¿Cuáles son las ventajas de una veranda bioclimática?
Optar por una veranda bioclimática conlleva varias ventajas. Además del hecho de disfrutar de un calor constante y una comodidad óptima durante todo el año, ahorrarás una cantidad sustancial de energía.
Una veranda bien aislada para una comodidad óptima
Una veranda bioclimática es, ante todo, una extensión de vivienda bien aislada que ofrece un calor constante y un bienestar relajante. Una veranda bien aislada pasa, en primer lugar, por la elección de los materiales. Elige un armazón de aluminio con rotura de puente térmico: es muy eficiente a la hora de mantener una temperatura razonable, incluso cuando en el exterior hace mucho calor o mucho frío. Combina esta estructura inicial con equipamientos adecuados.
Elige un tipo de calefacción eficiente: radiadores conectados a tu calefacción central, suelo radiante, convectores eléctricos, una estufa de leña...
Instala estores, persianas enrollables u ocultadores de techo que te protejan de un exceso de luminosidad e impidan que el sol alcance las cristaleras de la veranda. Procura también instalar dobles acristalamientos.
Una veranda bioclimática para ahorrar energía
Además del bienestar, la instalación de una veranda bioclimática ofrece una segunda ventaja: la de conseguir un ahorro de energía considerable con respecto a una veranda clásica. Se puede alcanzar cerca de un 50 % de ahorro, aunque esta cifra varía mucho en función del tipo de calefacción elegido, la orientación de la extensión de vivienda y los equipamientos que se hayan instalado.
Por ejemplo, unos convectores eléctricos serán, sin duda, más costosos que una conexión a la calefacción central o si se usa una estufa de leña. Ocurre lo mismo si se cuenta únicamente con un acristalamiento sencillo: la pérdida de calor será mayor y, por tanto, la energía necesaria para calentar la veranda también lo será.
Una veranda bioclimática cómoda durante todo el año
Una veranda bioclimática te ofrece la posibilidad de sentirte a gusto durante todo el año.
Durante el invierno, te protegerá del frío y de la humedad. Para un control óptimo de la temperatura, instala un termostato que regule la potencia de los radiadores. Asegúrate también de ventilarla todos los días, alrededor de 15 minutos, abriendo las ventanas o los tragaluces.
Durante el verano, disfruta de una temperatura agradable gracias al aislamiento que ofrecen los dobles acristalamientos. En función de la orientación de la veranda y de la hora del día, adapta la altura de las protecciones, dejando los estores o persianas abiertos durante el frescor del amanecer para que la veranda acumule aire frío y lo mantenga reservado para las horas más calurosas.
La última innovación en el acondicionamiento de exteriores: la pérgola bioclimática cerrada mediante ventanales acristalados laterales o bastidores acristalados
A diferencia de una veranda, una pérgola bioclimática es una solución de protección que no garantiza la estanqueidad. Las lamas orientables pueden pivotar entre los 0 y los 135°, así que ofrecen una comodidad interior apreciable tanto en verano como en entretiempo. Sin embargo, no se puede utilizar durante todo el año. No nos engañemos: una pérgola está diseñada para poder utilizar la terraza cuando las temperaturas son suaves y no garantiza en ningún caso el mismo nivel de aislamiento que una veranda, estanca y aislada del exterior.
No obstante, se pueden añadir bastidores acristalados a una parte o a la totalidad de una pérgola para así poder disfrutar por completo de esta solución, sobre todo en zonas con mucho viento.
