Aunque una veranda de aluminio no requiere ningún mantenimiento especial gracias a su durabilidad y a la resistencia del material, puedes decidir cambiar su apariencia o renovarla para actualizarla tras reemplazar las puertas y las ventanas. En lugar de sustituirla, repintar tu veranda jardín de invierno o espacio de vida es la solución más barata. Al igual que con el PVC, pintar el aluminio es una posibilidad muy real. ¿Cómo se pinta una veranda de aluminio? ¿Qué pintura elegir? ¿Hace falta aplicar una capa base? Iniciar la restauración de una veranda completamente de aluminio repintándola es un camino ambicioso y estimulante que exige tiempo, paciencia y método. ¡Nuestras mejores recomendaciones para volver a dar color a tu veranda!
Planifica los trabajos de preparación antes de pintar el aluminio
Comienza la renovación limpiando todo el aluminio de tu veranda utilizando una un trapo impregnado con acetona o alcohol, muy eficaces a la hora eliminar la película de suciedad y grasa. Esta permitirá también retirar la capa de protección de la superficie del aluminio, algo ideal para reforzar la adherencia de la pintura. Durante la operación, procura proteger bien los acristalamientos y usar guantes.
¿Qué hacer si el aluminio está oxidado? En ese caso, recubre las zonas afectadas con un convertidor de óxido y un pincel. Después, lija el exceso de producto restante para obtener una superficie lisa. Límpiala de nuevo para eliminar cualquier resto.
Elige bien la pintura
Por naturaleza, el aluminio ofrece una superficie lisa sobre la que es difícil fijar la pintura. Por tanto, deberás aplicar una capa base de imprimación especial para aluminio o metal que favorezca la adherencia de la pintura y que, además, proteja la veranda de la oxidación. Cuando terminemos, dejaremos que se seque bien.
En cuanto a la pintura, opta por una pintura especial para aluminio, ya sea acrílica (pintura al agua, menos tóxica y más respetuosa con el medioambiente) o gliceroftálica (pintura al óleo con disolvente, más contaminante pero que ofrece un efecto brillante impresionante), teniendo en cuenta que se deben aplicar 2 capas. Para asegurarte de estar haciendo la elección correcta, pide consejo en tu tienda de bricolaje habitual o a un pintor profesional. Del mismo modo, puedes pedir información al fabricante de tu veranda de aluminio, el cual te recomendará un tipo de pintura y te dará los mejores consejos para evitar posibles errores.
Elegir el color correcto
Decidir pintar su invernadero es una expresión de su deseo de redecorarlo, para darle un aspecto más contemporáneo y moderno. La elección del color no debe ser una cuestión de azar, sino que debe considerarse cuidadosamente. En primer lugar, consulte con su ayuntamiento. En efecto, el cambio de color debe coincidir con los colores autorizados por la normativa urbanística o el PLU de su ciudad. Si no se hace así, se puede denegar la conformidad y obligar a empezar la obra desde cero aplicando una nueva pintura autorizada.
Ahora, ¡asegúrate de que el color del aluminio que has elegido te va a gustar durante los próximos años! Por tanto, debes escoger un color que se adecúe a tus gustos, a la carpintería y al estilo de tu vivienda, pero que no llegue a aburrirte o a pasar de moda. Por ejemplo, puedes optar por un gris antracita, un color moderno con un estilo contemporáneo, o por un blanco que reviva el antiguo color de tu veranda, un poco envejecido, ya que es luminoso y atemporal.
Utiliza las herramientas adaptadas y pinta, si es posible, horizontalmente
¡El rodillo, el pincel y el aerosol serán tus mejores aliados! Con el rodillo, depositarás una capa fina y homogénea sobre la estructura de aluminio. Ten siempre a mano un pincel: te permitirá pintar las zonas poco accesibles y dar los retoques finales. En cuanto a la pintura en aerosol, te permitirá ganar tiempo, siempre que protejas bien las zonas cercanas que no necesiten ser pintadas.
¿Te estás preparando para pintar? En el caso de una veranda completamente de aluminio y ya instalada, desmonta las hojas y las puertas y colócalas horizontalmente sobre unos caballetes protegidos con espuma: así podrás aplicar la pintura más cómodamente y evitarás los derrames. Si puedes, retira todos los elementos que puedan resultar incómodos: manillas, quincallería... No te molestarán mientras pintas y estarán protegidos de las proyecciones. Procura proteger también los acristalamientos, juntas y otros equipamientos de la veranda, como las persianas enrollables, los cortasoles..
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