Aunque la veranda es conocida y apreciada por sus grandes ventanales acristalados, ¡no lo es tanto cuando toca limpiarlos! No obstante, es importante saber que unos cristales limpios favorecen la entrada de luz en la veranda y la casa. Por tanto, un mantenimiento regular es indispensable a la hora de limitar el oscurecimiento y conservar la transmisión de la luz. Para evitar que la limpieza de los cristales resulte un suplicio o eche abajo tus intenciones de ampliar tu vivienda con una veranda, te ofrecemos a continuación algunos consejos sencillos y eficaces que te facilitarán la vida y te permitirán reconciliarte con la limpieza de cristales.
Utiliza una esponja de microfibra para conseguir unos cristales impecables
Para terminar con las huellas de dedos, las gotas de lluvia, el polvo y otras marcas poco agraciadas, coge una esponja de microfibra, humedécela con agua caliente con jabón y limpia los cristales desde arriba hacia abajo, haciendo movimientos circulares con forma de ocho. El paño de microfibra, suave y no afelpado, limpiará sin dejar marcas. ¿Qué se puede hacer si los cristales están muy sucios? Previamente, mezcla lavavajillas líquido o jabón negro con agua caliente y limpia los cristales con un paño suave o una rasqueta. Este método tiene la ventaja de despegar la película de suciedad y grasa de los cristales. ¡Enjuágalos después con agua limpia y sécalos con un paño no afelpado para conseguir un resultado brillante!
Termina la limpieza de los cristales con un paño suave para acelerar el secado y eliminar cualquier residuo restante: un toque final para disfrutar de unos cristales limpios y transparentes.
El vinagre blanco y el papel de periódico: 2 aliados naturales y económicos
Utilizar vinagre blanco para el mantenimiento regular de la casa es algo común y recomendable, pero también se puede emplear para limpiar los cristales. Económico, ecológico, natural y fácil de utilizar, el vinagre blanco, mezclado con agua tibia y aplicado mediante una esponja de microfibra, dejará los cristales brillantes.
¡Deja de tirar a la basura los periódicos viejos! En efecto, el papel de periódico tiene una tinta especial que elimina las manchas de los cristales. Coge una hoja, arrúgala y mójala con agua tibia. Frota con ella las marcas de los cristales y sécalas con otra hoja seca. Contempla el resultado: unos cristales limpios y una veranda luminosa.
Un robot limpiacristales para los más ocupados y los más reacios a realizar las tareas del hogar
Esto es para aquellos que cuenten con poco tiempo o que rechacen las tareas del hogar: ¡el robot limpiacristales os va a encantar! El robot limpiador de cristales autónomo se pega a los cristales como si fuese una ventosa y se desplaza por ellos, limpiando y eliminando las marcas en toda la zona. Este facilitador de las tareas domésticas te dejará más tiempo libre para que disfrutes de tus tareas favoritas con toda tranquilidad. Eso sí, ten en cuenta que, para hacerte con este pequeño electrodoméstico innovador, necesitarás contar con un presupuesto de entre 150 y 350 €, en función del modelo.
¡Limpia cuando el día esté cubierto!
¡Elegir el momento adecuado te ayudará y evitará que limpies en vano! De forma instintiva, tenemos tendencia a realizar una gran limpieza en primavera y a limpiar los cristales en los días soleados. ¡No es tan buena idea como parece! En efecto, el agua que se evapora demasiado deprisa deja marcas, por lo que la limpieza resulta infructuosa. Y obtenemos el mismo resultado si limpiamos un día de lluvia: las gotas de lluvia que caen dejarán marcas en los cristales. El momento ideal para limpiar, como ya habrás adivinado, ¡es en un día nublado! Así que, ¡echa un vistazo a la predicción meteorológica antes de empezar a limpiar los cristales!
Evitar los productos abrasivos que puedan estropear las juntas
Un último consejo para optimizar la limpieza: evita el uso de productos detergentes y abrasivos o una esponja abrasiva que pueda rayar los cristales y dañar las juntas y otros elementos periféricos.
