El aluminio termolacado no requiere de ningún mantenimiento particular, a excepción de la limpieza regular de la veranda, la cual se realiza con una esponja suave y agua y jabón 2 veces al año.
Limpiar el policarbonato de una veranda
Algunas verandas cuentan con paneles de techo alveolares translúcidos, los cuales también se pueden limpiar con agua y jabón.
¿Cómo se limpian los rieles de una veranda?
Utiliza la boquilla larga del aspirador para limpiar los rieles. Así, podrás eliminar el polvo y la gravilla que, al final, podrían llegar a desgastar las ruedas, impedir el buen funcionamiento de las correderas y obstruir los orificios de evacuación de agua.
PRECAUCIONES QUE ADOPTAR:
1. No limpiar nunca los zapatos usando los rieles: la gravilla y la arena que se acumula en las suelas son un gran enemigo de los mecanismos deslizantes.
2. No engrasar nunca los rieles.
Mantener los canalones y bajantes del agua de lluvia
Inspecciónalos al menos una vez al año (con la ayuda de una escalera de tijera) para eliminar cualquier obstáculo que pueda a llegar a obstruir el paso del agua (pelotas, hojas, musgo, etc.).
Si se taponan los canalones y las bajantes de agua, el agua puede llegar a desbordarse e incluso llegar, a veces, a penetrar en el veranda. Por tanto, debemos tener mucho cuidado y hacer un mantenimiento minucioso de los canalones de la veranda.
El mantenimiento de la quincallería y de las juntas de la veranda
Es recomendable utilizar regularmente todas las piezas móviles de la veranda (correderas, cerraduras, ventilaciones) para evitar que se bloqueen. Quitar el polvo de las ventilaciones también es algo necesario para evitar que se obstruyan. Atención: ¡no engrasar nunca la quincallería!
Aunque las juntas no requieren de ningún mantenimiento especial, lo recomendable es secarlas ligeramente con un paño después de limpiar la veranda con agua abundante. Las juntas de la parte inferior de los acristalamientos son las más expuestas a la suciedad y deben limpiarse con un paño, sin frotarlas.
